miércoles

Feliz cumpeaños, ciudad

Hoy es cumpleaños de mi amada y odiada ciudad natal, la Puebla, que yo sí, la prefiero de Zaragoza.
Hace 12 años Paco Taibo dio un seminario de Historia y Literatura en la Ibero Puebla, en éste recuerdo un episodio en particular que nos contó.
Después de la campaña gozosa del 5 de mayo, cuando el generalito de los lentes llevó al ejército de Oriente a un recordadísimo triunfo, vino una embestida francesa que terminó, dos años después con el sitio de la ciudad, que ahora, ya sin Zaragoza, fallecido de tifo, se defendía de otro modo, por el rumbo de San Agustín. Quienes resistían eran el general González Ortega y sus soldados; la ciudad había cerrado las puertas de los balcones y los zaguanes, dejando a esos tozudos liberales morir por la república.
Al día siguiente de la derrota, el obispo y las buenas familias poblanas recibieron a los invasores en el atrio de catedral, dando gracias a Dios de que por fin Juárez iba viendo la suya.
Pero las campanas de Puebla se quedaron mudas.
No hubo repique de celebración.
Resulta que el gremio de campaneros de Puebla simpatizaba con don Benito.
Así que en un acto de dignidad de la buena, decidieron cortar las cuerdas de las campanas de esta ciudad de iglesias.
La Angelópolis se quedó muda.
Y fueron a ofrecerle a Juárez esas cuerdas como muestra de lealtad a la patria.
Nomás lo cuento pa desagraviar a aquellas personas que, como yo, nacimos aquí, y no vamos a misa, ni nos andamos con dobles morales, ni le sacamos al parche como nuestra alcalda.
Feliz cumpleaños Puebla, a pesar de todo.
Los herederos de esos campaneros seguimos dando vueltas por acá. Y no nos vamos a ir.
Nomás por incordiar. Y por no dejar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anda, tira tu veneno o endúlzame, pero no te vayas sin exhibir tus ideas...